viernes, 14 de noviembre de 2008

SOBERBIA... 12 microrrelatos presentados

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El jurado está deliberando.
Aquí tenéis todos los cuentos participantes, ordenados cronológicamente.



1

Existió una vez un hombre, un hombre libre que aparentemente no debía pleitesía a ningún Rey,
ni ningún tirano lo ocultaba bajo su sombra. Era un hombre libre, dueño de sí mismo, encerrado
bajo los muros de su ser, custodiado por sus convicciones, sepultado por el suspiro de sus
anhelos.
Existió una vez un hombre, un hombre libre, que soñaba con escapar de sí, con volar sobre la
alambrada de su vida y correr descalzo más allá del horizonte de sus posibilidades.
Existió un hombre así, un hombre libre, que se sabía cautivo por cuanto amaba de sí mismo.

Lupus


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2

Entro por esa puerta, con la soberbia que le caracteriza, miro a su alrededor y señalo:
¡Crespo, pase a mi despacho!
El pobre José, agacho la cabeza y arrastrando por la triste moqueta sus pies, cruzó el umbral del
despacho.
Solo dos minutos, gritos y un disparo que de repente sonó en toda la sala.
José, ensangrentado y sonriente salió caminando hacia su mesa de trabajo, bajo la perpleja
mirada de sus compañeros, se sentó y terminó su trabajo.

Karlos


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3

Camino por la calle, cuerpo erguido, mandibula recta, mirada al infinito, melenas peinadas. Todos
se apartan al sentir que me acerco, van abriendo un pasillo a mi paso; algunos curiosos se quedan
mirando, perplejos, pero yo ni me inmuto; continuo mi camino, por el rabillo del ojo veo a un
igual, del otro sexo, pero que coño, yo valgo mas, no me rebajo, que salude ella. Se acerca a oler
mi rabo y ni con esas lo va a conseguir. Soy el mejor can y todos se rinden a mis pies.

Pistols


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4

Tengo prosa tan sublime y mi pluma es tan certera que difícilmente alguien aparte de mi pueda
valorarla en su justa medida. Mi premio será la aclamación de la plebe y los múltiples ceros de
los cheques que reciba... disculpadme pues si guardo mi obra maestra para las estanterías de los
centros comerciales.

Wilwarin


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5

Se subió las gafas, emitió un ligero carraspeo y buscó con la mirada a la jauría de admiradores
que se amontonaban tras la valla. Allí estaban, ansiosos por beber de sus palabras. Las de él, el
mejor escritor de todo el siglo XX. Gustaba de hacerles padecer allí esperando, bajo la lluvia, pero
esa noche se sentía generoso. Apuró su Martini blanco. Caminó hacia el porche. Sintió los
primeros flashes. Con la elegancia propia de los de su clase, irguió el dedo corazón de su mano
izquierda. Pobres ignorantes...

Uma


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6

Había tenido el mundo a sus pies, ahora inútiles y temblorosos.

Se había empeñado en ofrecérmelo todo, a cambio de quitármelo todo también. Mi vocación, "esa
estúpida idea de ser actriz", mi amor,"ese vago de extraña raza", y mi autoestima, "nunca serás
una persona de provecho".

Su ama de llaves me hizo pasar al salón, me esperaba aún triunfante en su decadencia, creía haber
ganado la última batalla.

- ¿Cuánto quieres? ¿Cien mil, doscientos mil?

- Lo siento, papá, con 25 centímetros soy muy feliz.

Y salí de su casa por última vez.

BabyJane


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7

Bah! Tenéis suerte que no participo. Ganaría de calle. Vais a ver. Siempre he conseguido todo lo
que me he propuesto. Todo... ¿Laura? No me importó. Además habrá engordado. Tonta ya era.
Por eso se fue. Sin más. Estábamos con el concurso ¿no? Pues a lo que íbamos. Te digo Hombre
Revenido: el premio para mí. Le mandaré una captura de pantalla por mail. Como hice con el
diploma escaneado. Máster. M-A-S-T-E-R. Para que se entere. Lo que se está perdiendo.
Estúpida.

Guillermo


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8

«¡¿Cómo se le ocurre que alguien de mi alcurnia espante en semejante pocilga y a gente tan
burda?!», vociferó, nariz al techo, el fantasma ante su superior.

Gabriel


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9

Pero qué mierda de concurso es este. Yo debería haber ganado. Mi relato era el mejor: la idea más brillante, el verbo certero, el desenlace ingenioso. Estúpido jurado, panda de ignorantes…

Plagio


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10

¿Y ese tal Darwin cree en la evolución? Por favoooor, entonces, ¿qué día descanso yo?

Firmado: Dios

Engarde


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11

Y Dios hizo el mundo en seis días y al séptimo descansó. ¡Já!

Engarde


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12

Ella no le quería ver más. Él no sé lo podía creer. Él no se merecía esto. Él se había volcado en la
relación, cada cosa que pensaba él era para agradar a ella, él había sacrificado planes para estar
con ella, él había ideado mil detalles para contentarla. Como podía ser ella tan insensible. El dolor
que sentía por haber sido rechazado (por ella) encajaba perfectamente en el hueco cavado por su
vanidad (de él).

Purple


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Gracias a todos los participantes y perdón a los lectores sensibles.

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