lunes, 22 de septiembre de 2008

Concurso de Microrrelato Animal (2) - IRA

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Lanzamos el segundo de los siete concursos de relato relámpago.

Recordad: 100 palabras máximo, con firma y un plazo de recepción de originales que se cerrará el jueves 2 de octubre a las 23:55 horas.

El tema que debe inspirar las creaciones es: LA IRA (no hace falta que aparezca el término o sus sinónimos, lo importante es que aparezca el concepto).

Podéis consultar las BASES o directamente empezar a dejar vuestros relatos en los comentarios de esta entrada. Pronto abriremos otra en la que iremos recopilando los cuentecillos, les asignaremos un número en función del orden de entrada.

No disimuléis vergüenza que no cuela. Lanzaros a escribir, con boli, con lápiz, con tiza, con sangre, con ordenador, con telepatía o del modo que os salga del arco del triunfo.
Sobre todo, pasadlo bien, que la vida son cuatro días y el premio tampoco es para tanto. Si no se os ocurre nada esperáis al próximo pecado, que aún quedan cinco.
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31 comentarios:

José Manuel dijo...

Nada le causaba más ira que ver escrita sin acentuar la tercera persona del singular del futuro simple del verbo ir.

karlos dijo...

El perro corría hacia la puerta de entrada, en su mirada se percibía la ira que le habían adoctrinado, con los ojos inyectados en sangre, y babeante su mandíbula, llego la verja donde esperaba aquel joven de ojos verdes.
Saco de su bolsillo una chusco, corto un pedazo, y sin que su mano temblara, la paso entre los barrotes, para calmar la rabia del animal.
Sorprendido al llegar el dueño de la casa, reprendió al perro, que sentado y tranquilo esperaba un poco mas de pan.
No juzguéis al animal por los actos que comete el hombre.

Guillermo dijo...

Aunque el detective le había advertido antes de mostrarle la confirmación de sus sospechas, percibió rotundamente que una llamarada interior ascendía desde sus vísceras hasta el rostro, que enrojeció según apretaba cada vez más sus mandíbulas y sus manos, aferradas a las fotografías, crispadas hasta doblar el grueso papel satinado. Pudo escuchar su propia voz, lejana y enronquecida hasta resultar irreconocible. “Si estuviera aquí, yo la mataría”.

“Entonces será mejor que no le diga que pase”, comentó el investigador con tono profesional.

Levantó la mirada hacia el ventanal y una lágrima sofocó el incendio.

“No... Sí, que entre y acabemos”.

Pitufa dijo...

ni te acerques!! este es mi territorio!!! y deja de ladrar que te voy a coser a zarpazos puto perro!!! Me estoy volviendo locooooooooooo!!! miiiiaaaaaauuuuuuuuu

dani-elornitorrinco dijo...

- Serás maldita entre todos los animales. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida.

-Aumentaré mucho tu sufrimiento en el embarazo; con dolor darás a luz a los hijos.

-Con dolor comerás de la tierra todos los días de tu vida; Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra. Porque polvo eres y al polvo volverás.

Y el hombre dijo a la mujer:
Uuuuh, chica que enfado!! Y todo por comer una manzana, con lo sanas que son!!

Serjuzu dijo...

La furia trepaba por su pecho de forma incontrolada.

Había soportado la muerte de sus seres queridos, la ignominia silenciosa de la venganza, la traición de ella, la humillación, la vergüenza de la promesa rota y el dolor de las cuencas vacías de sus ojos…

La ira batía sus sienes.

Le dijo al muchacho que le conducía que le dejara entre las columnas que soportaban el edificio, para poder descansar.

Invocando a su Dios, hizo fuerza con sus brazos sobre las columnas, volcando su rabia en la piedra y exclamó: "Muera yo con los filisteos”.


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PD:(¡¡Sansón!!; eso si que eran jueces)

Anónimo dijo...

Uff vaya día. “PEREZA”, A ver. Carlos Jefferson Edouardo Pereira Rodrigues……la mancha de sudor…..bla, bla siguiente….Por desgracia, el recién nacido murió a los pocos días de inanición … joder con el doctor muerte, malo y triste lo tiene todo….es un hombre, invadido por la tristeza y por la pereza…Otra alegria de huerta, siguiente… Estoy tumbado viendo la televisión, y empi…no tengo pan para cenar.. Me he dejado el gri… que coño estoy haciendo. ¡Que les den!. Click (cerrar ventana X)

Gabriel Bevilaqua dijo...

Se imaginó ante las mil y una posibles caras de la ira de Dios como saldo lógico de sus acciones hasta que recordó, con un suspiro interminable, que era ateo.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Cuando despertó de su inconsciencia, todavía sentía un horrible dolor en su mejilla, pero esas sucias manos rozando y ultrajando su piel desnuda y magullada provocaron un efecto instintivo que no pudo o no quiso frenar, la rabia y repugnancia suprema dieron paso a una explosión de energía interna reflejada en un repentino e intenso calor corporal y una tensión muscular que casi reventó las venas de su furioso rostro. Casi sin pensar, hundió sus dedos en los ojos del apestoso individuo y aprovechó esos gritos de dolor para quitárselo de encima... Corrió como nunca lo había hecho.

Gabriel Bevilaqua dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Musa Sosa dijo...

Imposible sepultar tu mirada infinita.
Duele el recuerdo de tu luz colándose por las rendijas de mis dedos mansos.
Ni un rastro de aquello quedó tras el naufragio. Sólo guardo un puñado de tu tierra granate.
Me alivia sentir que puedo contener todo el odio sin derramarlo. Mezclarlo con mis secretos. Llenar las paredes de alquitrán. Sonreir. No dejar escapar ni un gramo de la sal acumulada en mi garganta. No dejar resbalar una lágrima.
Mi sonrisa es mi venganza.
Envenenarme en soledad, mi modo de sobrevivir a tu mirada vacía.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Cada mañana, antes de maquillarse, asesinaba un espejo.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Cuando me levanté sólo por cortesía a acomodarle la silla a aquella excepcionalmente hermosa mujer sentí una insoportable oleada de calor en la nuca; al volver junto a mi palomita, descubrí dónde ardía el fuego…

Gabriel Bevilaqua dijo...

Todas las noches cuando Drácula quiere ponerse presentable para sus víctimas, se sangra, irremediable, los labios ante el espejo.

HombreRevenido dijo...

Maravilloso. Ya llevamos 18. Muchas gracias por participar y permitir la exposición pública de vuestras mentes perversas.

Anónimo dijo...

Lo vio con ella.
Una ola de calor le subió desde las entrañas.
Le ardía la cara, le zumbaban los oídos, abrió la boca y no oyó su propio rugido.
No pudo evitar lanzarle lo que tenía en la mano.
Siempre tuvo buena puntería.
Fue mala suerte que los viera desde la sección de conservas.

Anónimo dijo...

Cabrón, hijo de la gran puta,
capullo, gilipollas!!!!!
El semáforo ya está verde!!!!
Aaaarrrrgggg!!!!

Anónimo dijo...

Escupió un pedazo de su conciencia, con desprecio, con acritud. Sintió el hervor acuciante que palpitaba muy adentro, más allá de sus venas. En su mirada despeinada se leía un fugaz signo de interrogación, como si tratara de entender cual era el motivo que le había impulsado a odiar su vida, su puta vida. No esperó más. Quitó el precinto del cuchillo de carnicero que acababa de comprar…. y cargó una única y prolongada vez contra su desgastado globo terráqueo.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Cuando la descubrió durmiendo con aquel intruso recién llegado la palidez de porcelana que caracterizaba su rostro adquirió un intenso tinte rosáceo que pronto viró al rojo de la sangre sublevada. Un trueno le nació, entonces, en la garganta: “¡Es mía!”. La mujer, llevándose el dedo índice a los labios, abandonó, sigilosa, el lecho. Y ya a su lado, de cuclillas, le restituyó la demandada; pero, tras dos lagrimones, él la rechazó. Sin insistirle, abrazada a la jirafa de peluche, la madre lo dejó marcharse: sabía que a esa edad las infidelidades se perdonan después de la merienda.

Serjuzu dijo...

¡Crac!

El lapicero se quebró en su mano, bajo la presión de sus dedos.

- ¿Cómo puede ser posible que mi relato no haya ganado?

Serjuzu dijo...

Por cierto, me acabo de dar cuenta...

este último relato vale también para las próximas ediciones acerca de la Envidia y la Codicia, jajaja

Gabriel Bevilaqua dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gabriel Bevilaqua dijo...

Junto al cuerpo con 27 puñaladas pensó que alegaría emoción violenta; después de todo, quién podía soportar que le cambiasen la final de la liga para ver una estúpida novela.

HombreRevenido dijo...

Sigue la ronda de agradecimientos, porque ya hemos llegado a los 26. Acojonante. Queda el arreón del último momento. Venga, a seguir pensando maldades.

Por cierto, Serjuzu, no se puede participar dos o tres veces con el mismo relato, que te veo las intenciones.

Ana Boyero dijo...

Con los mofletes todavía rosas por los pellizquitos recibidos, los setenta y seis kilos cuatrocientos gramos de sobrina hundieron el cuchillo con el que acababa de partirse el segundo trozo de queso de la noche sobre el abdomen de aquel familiar de bigotito jocoso.

-Que no me llames gordi.

Anónimo dijo...

- No hay palabra en el diccionario que pueda describir fielmente lo que siento por ti... Decir que te odio es ser demasiado benevolente. No soporto mirarte, no soporto escucharte, no soporto ni siquiera pensar en ti... La repugnancia que causas en mí es comparable a la que se siente al escuchar a alguien que está a punto de escupir.- levanté los ojos lentamente y observé la risita sarcástica que me devolvía mi propia imagen en el espejo.

Rora

HombreRevenido dijo...

Seguimos repartiendo agradecimientos a cambio de historietas.
Apenas quedan unas horas y volverá a reunirse el jurado. O eso, al menos, es lo que nos han jurado.

Anónimo dijo...

Oleadas de calor recorrían su cuerpo y los ojos se le iban nublando de rojo. Y aquella cola que no avanzaba, pero que esperaba, nadie tiene prisa por entrar en el Infierno. Aquella lentitud le crispaba y enfurecía y era aquella rabia la que lo había llevado allí.¡¡Todo porque aquellos malditos babilonios se les ocurrió construir aquella puta torre!!Y ahí estaba Él, el Omnipotente esperando para ver al hijoputa de Satanás, como se le iba a descojonar aquel cabrón.
Maldita sea la hora en que se le ocurrió aquello de los Pecados Capitales.

Anónimo dijo...

"¿Cómo se declara?"
Cientos de escenas le vinieron a la mente. Su hermano burlándose de su incontinencia delante de sus amigos. El cabrón que le quitó a su primera novia a los catorce años. Aquel jefe que disfrutaba ridiculizándole delante de los clientes. Más despidos. Más facturas. Más impuestos. Más políticos incompetentes.
"Culpable".
No iba a quedarse de brazos cruzados para siempre.

Gabriel Bevilaqua dijo...

— ¡Buenos días!
— Los buenos días serán suyos; permítame… Planilla C, okay; y, ¿la C5?
— ¿C5…?
— Ventanilla 3; siguiente.
Al rato.
— La C y la C5… okay; ahora le falta el talonario 823.
— Pero…
— Ventanilla 7; siguiente.
Una hora después.
— C, C5 y talonario 823… okay; ¿y la ficha 6B?
— ¿6B…?
— Ventanilla 5; siguiente.
— Pero escúcheme…
— Vamos señor, circule… ¡Ah!, y por favor no regrese hasta que tenga todo, o se cree que estoy aquí en exclusiva para…
No la dejó terminar, sus manos se atenazaron tan enérgicamente en aquel frágil pescuezo que hicieron falta diez robustos brazos para poder liberarla.